Vivimos en un campo magnético y nosotros somos como una antena así, cuando nuestra energía es positiva atraemos cosas positivas a nuestra vida, cuando nuestra energía es negativa atraemos cosas no tan agradables ni esperadas, de ahí a poner mucha atención en nuestra energía, lo mismo pasa con nuestro entorno.

Nuestros malos hábitos nos bajan la energía y esto nos lleva a tomar malas decisiones diarias en nuestra vida, no se trata de si tengo o no suerte, sino que hago con lo que tengo enfrente de mí.

Esto nos lleva a las emociones negativas como egoísmo, miedo, inquietud, indecisión, debilidad, fracaso, injusticia, violencia, estrés, cansancio, angustia, ansiedad, etc.

Cuando tenemos buenos hábitos o actitudes como hablar o escribir en positivo, llenamos la batería de energía positiva, y esta nos lleva a la salud, bienestar y abundancia.